En este conjunto por lo tanto, encontramos también un mundo de contraposiciones: glamour y seducción, modernidad y elegancia.
Se trata de un frasco potente y exquisito, de vidrio transparente, con mucha presencia femenina y muy magnético, que se tiñe de un color salmón encantador y fascinante. En cuanto a los detalles, en el cuello un anillo dorado, para representar distinción y un tapón negro con dimensiones rectangulares, como guinda final perfecta. En la parte central de la esencia, el corazón la seducción pasional del café se fusiona con la encantadora y delicada nota de Iris, para abrir paso a un fondo cálido, reconfortante y seductor que pone fin a la fragancia con notas de vainilla y pachuli.